La OTAN es un sistema de seguridad multinacional que actúa en el escenario internacional infringiendo el mandato explícito de la Carta de las Naciones Unidas, además de uno de los mayores impulsores de la carrera armamentística mundial. Ello la convierte en una amenaza para la paz. La militarización de Europa y la invasión de la Federación Rusa a Ucrania son nuevas amenazas a la paz mundial que demuestran que la desmilitarización de la seguridad y el No a la Guerra sigue siendo necesario más que nunca.

Las industrias militares de los países de la OTAN operan como salvaguarda de los intereses de las mayores corporaciones multinacionales contaminantes de carbono y provocan un daño medioambiental irreparable. En ese sentido, consideramos inadmisible que los EEUU, así como gran parte de los estados parte de la coalición, excluyan las emisiones militares de los inventarios nacionales de emisiones. Los países de la OTAN, conscientes del reto que supone la crisis climática, se preparan para apropiarse de las últimas fuentes de petróleo y de gas, y de los recursos necesarios para afrontar el colapso energético y dar una respuesta militarizada a las migraciones climáticas convirtiendo el norte en una fortaleza, mediante agencias como la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex).

Necesitamos avanzar hacia el fin del intervencionismo militar, hacia modelos de justicia social,  hacia la justicia climática y hacia un sistema de seguridad desmilitarizado, basado en la prevención diplomática de los conflictos, la multilateralidad y el cumplimiento de la Carta de las Naciones Unidas. La propuesta de militarización de la OTAN va acompañada de un despliegue militar de EEUU por todo el mundo que rechazamos, incluidas las bases en nuestro país de Rota y Morón.

Por todas estas consideraciones, rechazamos la invitación realizada por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez para realizar la cumbre de la OTAN en Madrid, abogamos por el desmantelamiento y reconversión de toda la industria militar española, así como -igualmente- exigimos al Gobierno que cancele cualquier licencia de exportación de armas vigente a países en conflicto o que vulneran los derechos humanos.

Por todo ello, llamamos:

  • A realizar en el conjunto del Estado iniciativas sociales contra la cumbre de la OTAN y a favor de la paz.
  • A promover un gran acto público y una manifestación unitaria a favor de la paz en los días próximos a la cumbre y a acudir a las acciones que se convoquen durante estos días.
  • A promover la disolución de la OTAN y la creación de un nuevo sistema de seguridad desmilitarizado, basado en los conceptos de seguridad humana y de reducción de las violencias (directas, estructurales y culturales).
  • A renunciar a la violencia y la amenaza del uso de la fuerza como medio de regulación de conflictos, entre países y entre personas.
  • Por todo ello abogamos por el desmantelamiento y reconversión de toda la industria militar.
  • Queremos que se reviertan los gastos armamentísticos en la salud, la educación, la vivienda, los cuidados y la igualdad. Un cambio de paradigma que ponga en el centro la vida contra las políticas que priorizan el armamento y las bases de la OTAN en detrimento de la igualdad y del cuidado de la vida.