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Más de medio centenar de activistas de Greenpeace nos hemos lanzado esta mañana a las aguas del río Guadalquivir a su paso por el corazón de Sevilla en una inédita MANI ACUÁTICA para ‘reflexionar’ sobre una cuestión urgente para España en general y para Andalucía en particular: qué podemos hacer para ‘SALVAR EL AGUA’.

Manifestación acuática en Sevilla para 'Salvar el agua'

©Greenpeace/Mario Gómez

Con una pancarta flotante de 50 m2, kayaks, y decenas de pancartas y silbatos, esta ‘aquamani’ nos está permitiendo recorrer aproximadamente un kilómetro de ‘canal’ desde las inmediaciones del puente de El Cachorro hasta el puente de San Telmo, a los pies de la Torre del oro, pasando por debajo del Puente de Triana… Todo un privilegio al alcance de cualquier persona que se una al voluntariado de Greenpeace 

Qué mejor forma de usar esta JORNADA DE REFLEXIÓN que reflexionar en las aguas de uno de los tramos fluviales más emblemáticos de Andalucía. Una mañana pasada por agua en plena ola de calor nos puede ayudar a refrescar algunas ideas cruciales en esta Comunidad que va a elegir Gobierno para los próximos 4 años. Alguna de nuestras pancartas así lo expresa: MAÑANA ANDALUCÍA SE JUEGA LA SEQUÍA.

Efectivamente, el próximo Gobierno autonómico no puede hacer que llueva al gusto de todos, pero va a tener que asumir algunas responsabilidades ineludibles. Los problemas andaluces con el agua son muchos y complejos (y no solo andaluces), pero en una de las regiones europeas más expuestas a los impactos del cambio climático (esta ola de calor es solo un botón de muestra), hay decisiones cruciales que afrontar, por ejemplo, en nuestros campos.

La tierra seca que exporta agua

Andalucía es la comunidad autónoma con más superficie regada, con el 27,7 % del regadío total del Estado. Al cultivo del arroz, muy demandante de agua por hectárea, se le suman cultivos tradicionalmente de secano como el olivar, que están paulatinamente pasando a ser regados. A esto se añade cada vez más el incremento de cultivos subtropicales, también muy demandantes de agua, y el peso de los “cultivos emergentes”, como los frutos rojos o la agricultura intensiva bajo plástico. En serio, ¿creemos que podemos producir aguacate y mango para media Europa como si nuestros ríos y acuíferos fueran inagotables? Literalmente, desde una de las regiones con más riesgo de desertificación ¡ESTAMOS EXPORTANDO AGUA EN BANDEJAS DE FRUTA! 

Manifestación acuática en Sevilla elecciones andaluzas

©Greenpeace/Mario Gómez

Es difícil para un partido político afrontar ciertas realidades, pero si no lo hacen las administraciones de manera ordenada, será el cambio climático y la pérdida de biodiversidad quienes cierren el grifo de manera caótica y sin piedad. ¡Ocultar esta realidad por el rédito electoral cortoplacista es engañar a miles y miles de familias que viven y quieren seguir viviendo honradamente del campo!

Así que te animamos a reflexionar, no solo en vísperas de una jornada electoral cada cuatro años, sino día a día, sobre qué podemos exigir a nuestras empresas y administraciones para SALVAR EL AGUA. Si no estás ahora mismo en Sevilla para unirte a nuestro chapuzón reflexivo, puedes empezar por firmar nuestra petición.