A principios de este año, zarpó el primer Tratado Global de los Océanos, con el que los líderes mundiales atendieron las peticiones de 5,5 millones de personas de todo el mundo que se unieron para exigir medidas para proteger nuestros océanos. Tras décadas imaginando cómo sería una red de santuarios oceánicos -mágicos bosques submarinos y coloridos arrecifes rebosantes de vida-, esta histórica victoria de la conservación nos ha acercado un paso más a hacer realidad nuestro objetivo. 

 
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Pero la adopción del tratado no significa que el viaje haya terminado. ¿El tratado navega a ciegas?. ¿Quién es el que lleva el timón?. Esta poderosa herramienta, que puede utilizarse para crear vastos santuarios oceánicos donde la vida marina pueda recuperarse y prosperar, sólo entrará en vigor cuando al menos 60 Gobiernos la hayan convertido en ley. Los océanos son vitales para todos los seres vivos de la Tierra, y las amenazas a las que se enfrentan aumentan cada día. El tiempo se acaba.

Greenpeace ha publicado hoy un nuevo e importante informe, titulado 30×30: Del Tratado Mundial sobre los Océanos a la protección de los maresUtilizando el Tratado como brújula, nuestro informe traza un camino político claro para proteger al menos el 30% de nuestros océanos para 2030. El informe destaca que las presiones humanas sobre nuestros océanos siguen creciendo; un nuevo análisis detallado de la actividad pesquera en alta mar indica que las horas de pesca han aumentado casi un 10% desde 2018.

Lo que es aún más alarmante es que la actividad pesquera en las zonas destinadas a la protección en virtud del tratado ha crecido aún más rápido. En consecuencia, el informe ya ha identificado tres lugares prioritarios que formarán parte de la primera serie de santuarios oceánicos. Por su importancia ecológica, se trata del Mar de los Sargazos en el Atlántico, los Montes Emperador en el Pacífico Noroccidental y el Mar de Tasmania Meridional/Lord Howe Rise entre Australia y Nueva Zelanda. Cada estudio de caso detalla una vía de protección mediante el nuevo Tratado. 

 
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Para acompañar la publicación de este informe, Greenpeace se ha asociado con el estudio de animación británico Rumpus para crear un impresionante cortometraje de animación que da vida a la historia de la protección de los océanos. Con las voces icónicas de la actriz y activista Jane Fonda, el actor Simon Pegg y la cantautora Camila Cabello, este cortometraje cuenta la historia de tres amigos del océano que se enfrentan cara a cara con la realidad de la destrucción de los océanos.

A nuestros océanos se les acaba el tiempo. Pero debemos continuar nuestra lucha contra viento y marea para que los Gobiernos actúen con rapidez y den a nuestros océanos la oportunidad de recuperarse. El 20 de septiembre, el tratado se abrirá a las firmas en la Asamblea General de la ONU. Al añadir sus nombres, los líderes mundiales mostrarán su apoyo a la protección de los océanos del mundo; sin embargo, hasta que no conviertan el tratado en ley, estas firmas no son más que palabras sobre papel. 

Aún queda mucho por hacer. Y contigo seguiremos trabajando para que las generaciones futuras puedan disfrutar de unos océanos sanos.