ONU Mujeres sigue acompañando a las mujeres y niñas afganas que viven bajo el régimen talibán, con apoyos para sus medios de vida, respuestas ante las crisis y recursos para elevar sus voces.
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Mujeres aprenden a leer y escribir gracias a una iniciativa de alfabetización con apoyo de ONU Mujeres, en la provincia de Nuristán, al este de Afganistán. Como parte de la iniciativa, también se crearon 130 Comités de Alfabetización de Aldeas, para ayudar a llegar a las mujeres y niñas vulnerables, especialmente en las comunidades más remotas. Al mejorar su alfabetización, las mujeres también pueden reforzar sus medios de subsistencia, el acceso a la atención de salud y aumentar su resiliencia en una de las provincias más aisladas y desatendidas de Afganistán. Foto: ONU Mujeres/Sayed Habib Bidell
Hace solo cuatro años, una mujer en Afganistán podía técnicamente presentarse a elecciones presidenciales, ir a la universidad o practicar deportes.
Hoy nada de eso es posible. Incluso antes de que los talibanes tomaran el poder en agosto de 2021, Afganistán figuraba entre los países con mayor desigualdad de género del mundo. Sin embargo, gracias a un enorme esfuerzo, se habían conseguido ciertos avances. Ahora, con el Gobierno talibán, esos logros se han desvanecido, y Afganistán se ha convertido en el país con la peor crisis en materia de derechos de las mujeres en todo el mundo.
“Me tranquilizo pensando que las mujeres y niñas de nuestra sociedad volverán a tener acceso a oportunidades de trabajo, educación y a sus derechos básicos”. —Fariba
Aún así, la feroz determinación y resistencia de las mujeres afganas sigue siendo llama e inspiración. Pese a las restricciones casi totales impuestas sobre sus vidas, siguen encontrando formas de llevar adelante negocios y desempeñarse en la primera fila como trabajadoras humanitarias, periodistas y lideresas comunitarias.
“A veces me pregunto cómo mantener la esperanza en estas circunstancias tan oscuras”, dice Fariba (nombre ficticio), que acababa de empezar una carrera cuando las universidades prohibieron el acceso a las mujeres. Pero mantengo la esperanza en el futuro y me tranquilizo pensando que la oscuridad terminará pronto y las mujeres y niñas de nuestra sociedad volverán a tener acceso a oportunidades de trabajo, educación y a sus derechos básicos”.
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Mujeres aprenden a leer y escribir gracias a una iniciativa de alfabetización con apoyo de ONU Mujeres, en la provincia de Nuristán, al este de Afganistán. Como parte de la iniciativa, también se crearon 130 comités de alfabetización para las aldeas, a fin de llegar a las mujeres y niñas vulnerables, especialmente en las comunidades más remotas. Al mejorar su alfabetización, las mujeres también pueden reforzar sus medios de subsistencia, acceder a la atención de la salud y aumentar su resiliencia en una de las provincias más aisladas y desatendidas de Afganistán. Foto: ONU Mujeres/Sayed Habib Bidell
Athar (nombre ficticio) soñaba con trabajar como ingeniera civil. Tras la toma del poder de los talibanes, creó más bien una tienda en línea de productos de higiene y cosmética. No está dispuesta a rendirse, y está decidida a que las mujeres aprovechen todas las oportunidades que les queden. “Siempre hay una salida ante las dificultades”, afirma.
Los derechos de las mujeres afganas bajo el régimen talibán
La edición de 2024 del Índice de Género de Afganistán de ONU Mujeres, elaborado con el apoyo de la Unión Europea, confirmó que el país está sufriendo un retraso catastrófico en materia de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres. Casi el 80 por ciento de las jóvenes afganas viven al margen de la educación, el empleo o cualquier formación. Ni una sola mujer ocupa un puesto en el gabinete de facto, ni en los cargos locales.
Un complejo mosaico de más de 80 edictos, directivas y decretos publicados por los talibanes ha atentado directa y sistemáticamente contra los derechos y la autonomía de las mujeres. Prohíben a las mujeres la educación después del sexto grado, la mayoría de las profesiones y también los espacios públicos, incluidos parques, gimnasios y clubes deportivos.
Ante los retrocesos, ONU Mujeres redobla la apuesta
Desde la creación de ONU Mujeres hace 15 años, nuestra solidaridad con las mujeres afganas se ha mantenido inquebrantable.
La historia de los movimientos de mujeres en Afganistán es larga y un motivo de orgullo. Entre otras cosas, las mujeres obtuvieron el derecho al voto en 1919, un año antes que en los Estados Unidos y décadas antes que en muchas otras partes del mundo.
En la década de los 2000, tras la caída del anterior régimen talibán, Afganistán consagró los derechos de las mujeres en su Constitución. ONU Mujeres apoyó un floreciente ministerio de la mujer y la entrada de nuevas mujeres en la administración pública, el parlamento y la poder judicial. Sin embargo, tras tomar el poder en 2021, los talibanes impusieron una legislación draconiana que codificó restricciones sin precedentes a los derechos y las libertades de las mujeres.
En la actualidad, ONU Mujeres es una presencia firme en el país y, al mismo tiempo, una de las fuentes más fiables y eficaces de apoyo internacional para las mujeres y niñas.
“No se trata solo de los derechos —y el futuro— de las mujeres y niñas afganas”, afirma Susan Ferguson. “Se trata de lo que defendemos como comunidad mundial. Si permitimos que se silencie a las mujeres y niñas afganas, enviamos el mensaje de que los derechos de las mujeres y niñas de todo el mundo son descartables. Y eso es un precedente inmensamente peligroso”.
“ONU Mujeres invierte en la fuerza, el liderazgo y la resistencia de las mujeres afganas, resiste en la defensa de los derechos de las mujeres y crea espacios que permitan escuchar las voces de las mujeres afganas. Nuestro trabajo es un acto indiscutible de solidaridad”, añade.
Una funcionaria electoral y una votante en un colegio electoral de Kabul participan en las elecciones presidenciales y del consejo provincial el 5 de abril de 2014, un importante paso hacia adelante en la primera transición democrática del poder de su país. Foto: Naciones Unidas/Fardin Waezi
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En 2018, la jueza Anisa Rasooli se convirtió en la primera mujer en formar parte del Tribunal Supremo de Afganistán. Foto: ONU Mujeres/Ishaq Ali Anis
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Entre 2001 y 2021, varias mujeres ocuparon cargos públicos de relevancia, entre ellas Adela Raz, que fue nombrada representante permanente de Afganistán ante las Naciones Unidas y posteriormente embajadora de Afganistán en los Estados Unidos. En 2019 llegó a las Naciones Unidas con su hija para asistir a la reunión de alto nivel de la Asamblea General con motivo del 30.º aniversario de la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño. Foto: Naciones Unidas/Manuel Elias
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Kabul, Octubre de 2021. Una mujer sale de un salón de belleza donde se han pintado imágenes de mujeres después de que los talibanes tomaron la ciudad. Foto: ONU Mujeres/Paula Bronstein
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En la actualidad, se expulsa a las mujeres afganas de casi todos los ámbitos de la vida, a pesar de su resistencia y su negativa a ser silenciadas, y se están quedando muy rezagadas con respecto a los estándares mundiales de desarrollo humano. Foto: ONU Mujeres/Sayed Habib Bidell
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Habiba Sarabi, la primera mujer gobernadora de una provincia de Afganistán (Bamyan, 2005), se une a otras líderes afganas en su participación en la Convocatoria Mundial de ONU Mujeres sobre Liderazgo Femenino para la Paz en 2022. Foto: ONU Mujeres/Ryan Brown
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Fawzia Koofi, en el centro, la primera mujer vicepresidenta del Parlamento de Afganistán, habla con la prensa en la sede de las Naciones Unidas el 21 de octubre de 2021. Foto: ONU Mujeres/Amanda Voisard
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En 2004, Afganistán adoptó una nueva Constitución que consagraba los derechos de la mujer y propició un florecimiento de la participación femenina en la vida pública afgana. La nueva Constitución también incluía disposiciones para promover el derecho a la representación política de las mujeres. Mujeres parlamentarias de la cámara baja afgana (Wolesi Jirga o “casa del pueblo”) llegan a su ceremonia de investidura en Kabul el 26 de enero de 2011. Foto: Naciones Unidas/Eric Kanalstein
Cómo trabaja hoy ONU Mujeres con las mujeres en Afganistán
ONU Mujeres trabaja en todo Afganistán en apoyo a las mujeres y a las niñas, para que puedan estar seguras, desarrollar sus habilidades, ganarse la vida, acceder a servicios vitales, recibir apoyo en situaciones de emergencia y participar en la configuración de las respuestas humanitarias.
Reforzar el liderazgo y la influencia de las mujeres afganas y vincularnos con organizaciones de mujeres para dar apoyo financiero, formación y tutoría es una gran prioridad. ONU Mujeres colaboraba con muchas de ellas desde antes de que los talibanes tomaran el poder y ahora ha más que nunca ha aumentado su actividad, mediante alianzas con más de 200 organizaciones de mujeres en 2024.
Esto incluye nuestra iniciativa insignia Rebuilding the Women’s Movement (Reconstruir el Movimiento de Mujeres) financiada por la Corporación Suiza para el Desarrollo y los Gobiernos de Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Noruega, España y Suecia.
El programa refleja nuestro compromiso de trabajar por y para las mujeres. En las 34 provincias, se ha apoyado a 140 organizaciones de mujeres para que puedan preservar su esperanza y su visión de un futuro mejor. Reconstruir el Movimiento de Mujeres invierte en pequeñas organizaciones de base de zonas remotas y les permite mantener sus puertas abiertas, retener al personal y crear espacios seguros para que las organizaciones y las líderes se conecten, compartan experiencias y se apoyen mutuamente. Hasta la fecha, el programa ha ayudado a más de 16.000 mujeres con actividades de sensibilización, formación profesional, kits de iniciación empresarial y cuidado infantil.
“Seguiré resistiendo, como mujer, y apoyaré a otras mujeres afganas”. —Mehrgan
En la provincia de Kunduz, Mehrgan (nombre ficticio) dirige una organización de mujeres que promueve el liderazgo femenino. En 2022, a pesar de años de incidencia —incluida la formación de cientos de mujeres y el apoyo a una red de grupos no gubernamentales—, la organización perdió la mayor parte de su financiamiento y de su personal. Con el apoyo de ONU Mujeres, ha reanudado su labor y mejorado su capacidad institucional. Ahora ayuda a otras organizaciones locales de mujeres a hacer lo mismo.
“Seguiré resistiendo, como mujer, y apoyaré a otras mujeres afganas”, afirma Mehrgan. “Voy a zonas remotas y recojo historias [de mujeres], escucho sus problemas, y esto les da esperanza. Me esfuerzo al máximo y eso también me da esperanza a mí”.
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Mujeres afganas regresan de Pakistán sentadas sobre sus pertenencias familiares. Cruzan la frontera en camiones abarrotados, cargadas con lo que pudieron salvar de sus vidas. Foto: ONU Mujeres/Sayed Habib Bidell
Las mujeres afganas regresan de Pakistán a un futuro incierto
Más de un millón de personas de Afganistán han regresado de Pakistán desde septiembre de 2023, entre ellas muchas mujeres y niñas que llegan exhaustas, temerosas e inseguras de lo que les espera. En la frontera, las mujeres dudan a menudo si hablar abiertamente de sus necesidades en presencia de funcionarios varones u otros extraños.
Para hacer frente a esta situación, ONU Mujeres ha creado mostradores de información exclusivos para mujeres, dirigidos por organizaciones locales de mujeres y mujeres humanitarias para ofrecer apoyo seguro y confidencial. Estos mostradores no solo calman los temores, sino que conectan a las repatriadas con servicios e información esenciales a los que las mujeres suelen tener dificultades para acceder.
“Muchas comparten experiencias desgarradoras sobre cómo se vieron obligadas a irse”, afirma una trabajadora humanitaria. “Les ofrecemos tranquilidad, les decimos que somos mujeres como ellas y les explicamos qué tipo de apoyo puede estar disponible”.
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En la región de Jalalabad, en el este de Afganistán, ONU Mujeres ayuda a las productoras de lácteos con equipos para transportar la leche a los puntos de recolección de las aldeas, lo que les permite obtener un mejor precio. Foto: ONU Mujeres/Sayed Habib Bidell.
ONU Mujeres apoya las iniciativas locales de respuesta humanitaria dirigidas por mujeres
La prolongada presencia de ONU Mujeres en Afganistán y sus profundos lazos con las comunidades locales permiten actuar con rapidez y capacidad de respuesta en tiempos de crisis.
De las encuestas al Consejo de Seguridad. Escuchar a las mujeres de todo Afganistán
Desde 2022, mujeres de las 34 provincias de Afganistán se reúnen cuatro veces al año para hablar de los graves problemas que afrontan en la vida cotidiana. Estas reuniones son una forma vital de escuchar a las mujeres en un momento en que sus voces están en gran medida ausentes de la vida pública.
Miles de mujeres afganas —incluidas muchas de zonas remotas— han sido consultadas mediante la red de entrevistadoras capacitadas de ONU Mujeres. Sus puntos de vista contribuyen a dar forma al trabajo de ONU Mujeres en el terreno y a informar la formulación de políticas internacionales, incluidos los debates en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y en los medios de comunicación mundiales.
Afganistán puede cambiar; las mujeres comparten sus esperanzas
Cada servicio, formación y trabajo que ONU Mujeres apoya les ayuda a las mujeres afganas a sobrevivir hoy y a prepararse para recuperar su lugar en la sociedad cuando llegue el momento.
“Los colores del arco iris se han atenuado en mi vida y ya no veo colores para pintar”, dice Anita (nombre ficticio). “Compañeras, no pierdan nunca la esperanza en los altibajos de la vida, en las bajadas y subidas. Los obstáculos nunca deben detenernos”.
Lina (nombre ficticio), experiodista, añade: “Las mujeres quieren tener derecho a tomar decisiones, no solo en sus hogares, sino también en el gobierno y otros espacios. Quieren recibir educación. Quieren sus derechos”.
ONU Mujeres acompaña a las mujeres de Afganistán para reorientar la historia al rumbo que ellas desean.
Nota: Los nombres de las mujeres citadas se han cambiado para proteger su identidad, según se indica. Las fotografías de mujeres afganas que aparecen con las citas no corresponden a las historias o nombres mencionados, para proteger sus identidades, a menos que se indique lo contrario.
Este es nuestro momento para actuar
Durante 15 años, ONU Mujeres ha trabajado con todas las mujeres y niñas por los derechos de las mujeres y la igualdad de género. Nunca nos daremos por vencidas. Ahora es el momento de unirte a nosotras. Tienes el poder de defender los avances, apoyar a las lideresas locales y lograr un cambio real.
Tenemos suficiente experiencia para cumplir. Suficiente valentía para transformar.
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